Por Eva Contreras
El Economista.es, 02/05/2017.
La reactivación económica, el auge de los productos de
inversión y protección, y el inicio de cobro por servicios antes gratuitos
permite a la banca ingresar en la actualidad casi uno de cada cuatro euros por
medio de comisiones. La contribución del cobro de tarifas oscilaba entre el 18%
y el 31% en la línea del margen bruto entre entidades al cierre del pasado
ejercicio, según revela un estudio de Analista Financieros Internacionales
(Afi).
Entre la gran banca, la primera en enseñar las cuentas
trimestrales -con la excepción del Popular-, la capacidad de recaudación toca
un máximo en CaixaBank, donde las comisiones generan el 31,06% del margen
bruto; mientras que en Sabadell o BBVA se limitan al 18,5 po ciento y 19,16%.
Ahora bien, esta menor contribución se explica en que su margen se nutrió en
mayor medida que en otros bancos de las plusvalías cosechadas en la cartera de
renta fija aprovechando el buen momento de los mercados.
El sector ha reenfocado estrategia para compensar el menor
flujo de facturación derivada del negocio tradicional del crédito ante la
escasa demanda, y por la presión de un euríbor en caída libre y la retirada de
las cláusulas suelo. Esta presión obliga a dejar de depender tanto del margen
de intereses, y para mitigarla apostaron por un desarrollo superior de
productos de ahorro, como fondos de inversión, y los seguros, que comienza a
dar frutos.
La recaudación vía tarifas volvió así a repuntar en 2015,
poniendo fin a la pertinaz caída sufrida desde 2007, aunque su peso resulta
todavía inferior al logrado en Europa.
Una reciente estadística del Banco Central Europeo (BCE)
sobre los parámetros de negocio y supervisión -solvencia, liquidez,
saneamiento, etc- de las 124 entidades significativas que vigila directamente
revela que las comisiones generaron el año pasado el 23,67% de los ingresos
operativos en la banca española, frente al 28,22% en todo el sector europeo. En
Alemania esta proporción alcanzaba el 30,93%, en Francia al 32,25% y,
curiosamente, en las entidades italianas ronda el 35,7 y el 32,3 en las
portuguesas.
El cobro por servicios divide teóricamente al sector, con
entidades como Bankia con una decidida estrategia de comisiones cero para
captar y vincular al cliente y otras reprobando gravar por el uso de
prestaciones como el cajero automático. El Santander se situaría en el extremo
contrario, defendiendo el cobro por servicios y aplicando tarifas por disfrutar
de la Cuenta 1,2,3, el programa con mayores retribuciones al ahorro del
mercado.
En su generalidad, sin embargo, buscan maximizar la
suscripción de productos generadores de comisiones, ante la imperiosa necesidad
de mejorar la insuficiente rentabilidad. El Banco de España les instó
recientemente, incluso, a asociar tasas a las prestaciones de la banca digital
porque acarrean un coste que defiende deben repercutir.
Empeora la eficiencia
Los costes de reestructuración, ajustes de plantillas y red,
pasan aún una alta factura a las entidades. Según un estudio de Afi, el ratio
de eficiencia recurrente, que mide el peso de los costes sobre ingresos
habituales, empeoró del 69,8 al 74,6% en la banca española el año pasado. Sus
cálculos revelan que, a pesar de los esfuerzos, la rentabilidad sobre recursos
propios (Roe) del negocio doméstico también minoró del 4,3% al 2,8%. Para
empujar este vital parámetro el sector cuenta con dos palancas: reducir costes,
con lo que implica de sacrificios, o elevar los ingresos, donde juegan mayor
peso las comisiones.
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