viernes, 30 de junio de 2017

Vampirismo en el siglo XXI


El FROB pierde 1.693 millones en 2016 por la menor valoración de Bankia y BMN



El diario.es, 30/06/2017.

El FROB, el fondo de rescate español, perdió 1.693 millones de euros en 2016, tras asumir que su participación en el banco BMN vale 916 millones menos que un año antes y la de BFA, la matriz de Bankia, 474 millones menos. Estas pérdidas han provocado un agujero patrimonial al FROB de 1.609 millones de euros, por lo que el Estado ha tenido que salir a su rescate, pero sin inyectar dinero, sino con la conversión de un préstamo concedido a la sociedad por importe de 3.000 millones.

Según ha informado hoy el organismo, en las cuentas de 2016 reconoce de entrada una pérdida de 916 millones de euros en BMN teniendo en cuenta los 825 millones que ha ofrecido Bankia para absorber la entidad. El FROB posee el 65% de BMN, así que su participación tendría un valor de 536 millones, lejos de los 1.453,53 millones de euros que el Estado asignaba a este paquete accionarial a cierre de 2015.

En el caso de BFA, la matriz de Bankia participada al 100% por el Estado, el FROB asume un deterioro de 474 millones fundamentalmente por la reducción de las plusvalías en las carteras de renta fija del grupo. Además, el fondo público que preside Jaime Ponce se ha anotado una pérdida de 155 millones por la participación que posee en Sareb, el banco malo, después de que esta sociedad redujera su capital para compensar sus números rojos y convirtiera en capital parte de la deuda subordinada en manos de sus accionistas.

Las cuentas anuales del FROB publicadas hoy reflejan un activo de 14.354 millones de euros, un pasivo de 15.963 millones de euros y, tras las pérdidas del ejercicio, un patrimonio neto negativo de 1.609 millones de euros. Para reequilibrar patrimonialmente las cuentas del FROB, se ha acordado la conversión del préstamo concedido a la sociedad por el Estado por un importe de 3.000 millones de euros, con lo que tras la conversión queda un saldo vivo de 10.456 millones de euros.

Con esta conversión, se reduce el pasivo del FROB y aumenta la partida de Fondo patrimonial por ese mismo importe, con lo que el saldo del patrimonio neto del FROB ascenderá a un importe positivo de 1.391 millones de euros tras la aprobación de las cuentas. Pero el FROB aclara que este rescate no supone inyección de nuevos fondos en la sociedad, ni afecta a la capacidad del Estado de recuperación de las ayudas públicas concedidas por el FROB, y tampoco tiene impacto en déficit ni en deuda pública.

Durante el pasado año, el fondo también perdió 60 millones por las garantías ofrecidas a las entidades ya subastadas, entre ellas NCG Banco –ahora rebautizado como Abanca– en el que ha puesto 97 millones para hacer frente a las devoluciones por cláusulas suelo, mientras ha recortado en 35 millones las garantías para Banco de Valencia por las menores pérdidas registradas y esperadas.

A pesar de todo esto, el FROB destaca que dispone de una posición de tesorería "suficiente" para hacer frente a sus compromisos a medio plazo y añade que a cierre de mayo de 2017, el importe de la tesorería no comprometida a corto plazo asciende a 916 millones, colocados en deuda pública del Estado y cuentas remuneradas.

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El rescate bancario de Italia divide a Europa



Por John O'Donnell/Reuters
Público.es, 27/06/2017.

La liquidación multimillonaria de dos bancos italianos generó fuertes críticas por dañar un proyecto diseñado para apuntalar la confianza en la zona euro tras la crisis financiera.

Mientras los políticos digerían los detalles del rescate, que implica ayuda estatal en lugar de que los inversores soporten la mayor parte del coste, muchos criticaron a Roma por haber roto el espíritu del marco de la unión bancaria-- y a la Comisión Europea en Bruselas por permitirlo.

Bajo el acuerdo firmado el fin de semana, Italia pagará más de 5.000 millones de euros a Intesa Sanpaolo, su principal banco comercial, para que tome los mejores activos de dos bancos fallidos del Véneto, protegiendo a Intesa con hasta 12.000 millones de euros de un esquema de garantías contra pérdidas.

Esto rompió un principio acordado entre los líderes europeos y consagrado en la ley de la UE consistente en que los inversores deberían pagar por los fracasos bancarios, y no el Estado.

"Todo fue para nada", dijo Philippe Lamberts, un miembro del Partido Verde belga en el Parlamento Europeo que pasó meses negociando y escribiendo la ley presentada el año pasado.

"Es un mal día para Europa. Es otro golpe a la integración europea", dijo, describiéndolo como un "gran golpe" al propio euro y daña la imagen del Banco Central Europeo, que supervisa a los mayores bancos de Europa.

Sven Giegold, un europarlamentario que ayudó a negociar la ley, pidió una investigación en la cámara por ignorar la norma, atacando a la Comisión, el Ejecutivo de la UE, que tenía la última palabra para aprobar el esquema de ayudas.

Los inversores respiraron aliviados tras la decisión, con subidas de las acciones, mientras Italia buscaba presentar la operación con un halo positivo.

La operación termina con uno de los principales problemas bancarios del país. Un responsable del Banco de Italia llegó a decir que el país podría incluso sacar beneficio con el acuerdo.

Pero los eurodiputados lo vieron con un tono más sombrío.

Gélida acogida

Markus Ferber, eurodiputado alemán, dijo que Italia no había respetado las nuevas normas y vaticinó que Alemania sería reacia a buscar mayores lazos en la zona euro.

"Esto lleva al cementerio la unión bancaria", dijo Ferber, miembro del conservador CSU de Baviera, un partido hermanado al de la canciller Angela Merkel.

"No tiene sentido tener más integración", dijo, mencionando el ejemplo de la protección paneuropea de depósitos, el siguiente paso previsto para el proyecto de la unión bancaria. "Nadie puede seriamente dar a Italia acceso a la protección de depósitos", dijo.

Alemania, preocupada por si tendría que pagar la cuenta de bancos fracasados en países como Grecia o España, ha sido protagonista a la hora de escribir una norma que fuerza las pérdidas de tenedores de bonos y grandes depositantes de bancos en liquidación.

El ministro de Finanzas alemán dio a la operación una gélida acogida.

"El uso de ayuda estatal se debería evitar lo máximo posible en casos de quiebra", dijo una portavoz del ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble, añadiendo que le corresponde a la Comisión velar por el cumplimiento de las normas.

Roma esperaba que bancos italianos más saneados pudieran unirse para ayudar a los que estaban en apuros, Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca. Pero la mayoría no quiso tras haber gastado miles de millones en ayudas a otros bancos con problemas.

El paso de Italia al margen del régimen de la UE supone cuestionar todo el nuevo marco y si se puede usar en lugar de los rescates con dinero público.

La actuación también arroja sombras sobre el BCE, que superivsa los bancos y los consideraba solventes hasta hace poco. El banco central rechazó hacer comentarios.

La solución italiana contrasta con el rescate de Santander a Popular, donde pagó sólo 1 euro pero se quedó con los préstamos del banco e impuso pérdidas a los accionistas, incluidos los pequeños inversores.

Alberto Ruiz Ojeda, abogado de la asociación de accionistas minoritarios AEMEC que lidera una acción por la liquidación de Popular, dijo que la medida de Italia alentaría a que hubiera más demandas de quienes perdieron dinero.

"Intesa Sanpaolo se va a beneficiar de un esquema del que Banco Santander no ha podido", dijo. "Lo que vemos es un trato discriminatorio e injusto. Esto alentará más demandas de accionistas y bonistas de Popular", añadió.

Los diputados de otros países, además de Alemania, también manifestaron su pesar.

Los bancos griegos recibieron un tratamiento mucho más duro y aún siguen en vigor los controles de capital impuestos para controlar sus débiles bancos.

"El mundo no es justo. Es obvio que Italia es un país diferente a Grecia", dijo Kostas Chrysogonos, eurodiputado del partido griego de izquierda, recordando los estrictos términos impuestos a Atenas.

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jueves, 29 de junio de 2017

Contra el crimen organizado


Los fraudes bancarios despiertan a la justicia española



Por Andreu Missé
El diario.es, 29/06/2017.


Las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) están provocando un verdadero revulsivo en la justicia española al elevar significativamente los derechos de los ciudadanos. Las resoluciones de los jueces europeos están forzando cambios sustanciales en la doctrina del Tribunal Supremo e importantes reformas legislativas. Estos cambios, sin embargo, son todavía muy insuficientes para resolver las necesidades de millones de personas que han sido víctimas de una incontable pluralidad de abusos por parte de las entidades financieras, desde los dramáticos desahucios hasta las injustas cláusulas suelo.

Destacados jueces españoles han desempeñado un papel determinante en esta profunda transformación jurídica planteando cuestiones prejudiciales ante el TJUE de Luxemburgo y numerosos abogados han desarrollado intervenciones decisivas en los pleitos. El análisis de esta evolución jurídica ha sido el campo de investigación de varios libros que dan una buena muestra de la amplitud y profundidad de los cambios sociales que se están produciendo.

El verdadero impulso de esta renovación legal y judicial no se ha generado en los despachos, sino que ha llegado directamente desde la calle. Este aspecto lo reconoce de manera explícita el magistrado Guillem Soler en Protección frente a cláusulas abusivas en préstamos hipotecarios (editorial 7aGen): "No puede ni debe olvidarse", escribe Soler, "el papel que en esta materia han desempeñado determinadas asociaciones procedentes de la sociedad civil, especialmente en materia hipotecaria y de vivienda (por ejemplo, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca —PAH). Gracias a su actuación se ha puesto de manifiesto y denunciado un drama social al que las instancias legislativas y judiciales no prestaban la atención debida. Su actuación ha influido indudablemente en la aprobación posterior de determinadas normas, aunque no con la rapidez ni el contenido que hubiesen deseado las asociaciones".

Soler es autor de un recurso pionero ante el Tribunal Constitucional en 2010, que fue desestimado, en el que cuestionaba que la ley negase al ejecutado la posibilidad de presentar alegaciones sobre las circunstancias del impago o nulidad de cláusulas abusivas. El magistrado destaca que las reformas legislativas efectuadas en España no sólo han sido tardías y parciales, "sino que en muchos casos no han sido espontáneas y han venido impuestas por instancias exteriores, en especial el TJUE". Su libro constituye un texto de referencia sobre uno de los campos más difíciles del derecho, el de las cláusulas abusivas en contratos hipotecarios que han causado miles de desahucios.

En La tutela de los consumidores en los procedimientos judiciales (Bosch) el magistrado José María Fernández Seijo continúa una investigación formalmente iniciada hace tres años, en la que profundiza en el impacto que ha tenido la jurisprudencia del TJUE en el campo de las ejecuciones hipotecarias. El magistrado, autor de la histórica cuestión prejudicial sobre el caso Aziz, explica las contradicciones que han vivido los profesionales del derecho durante los convulsos años de la crisis.

Por su parte, el abogado Eugenio Ribón, experto en derecho de los consumidores, pone al descubierto los vínculos entre las cláusulas suelo y los desahucios en su libro Cláusula suelo y reclamación de gastos hipotecarios  (Sepin). Ribón explica que las entidades financieras han percibido cerca de 10.000 millones de euros como consecuencia de la aplicación de estas cláusulas.

El letrado apunta que "tampoco sabremos cuántas ejecuciones hipotecarias se han producido escondiendo en las entrañas de las escrituras, ante la silente contemplación del fedatario público, la cláusula suelo o intereses de demora que también han sido declarados abusivos por los tribunales". Ribón es el autor de una demanda que logró una sentencia del Supremo en 2015 que anuló los gastos hipotecarios, cuyo efecto será un nuevo impacto para la banca.

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