Por Antón Losada
El diario.es,
10/09/2017.
España es una máquina de tabaco, o al menos eso piensan Luis
de Guindos, el supercool ministro de economía, y Mariano Rajoy, nuestro
"presidente sensei". España es una máquina de tabaco a la que le
metes unas cuantas monedas por una ranura y te devuelve cuarenta mil millones
por la cajonera del fondo mientras te da las gracias con su voz más amable.
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde,
actuando en su papel favorito de sumiller del ejecutivo de Rajoy, acaba de
confirmarlo: no vamos a recuperar tres de cada cuatro euros gastados en el
rescate de bancos y cajas, cuarenta mil millones. Eso de entrada; si la
privatización de Bankia se hace tan mal como las anteriores y se malvende la
entidad o una parte a algún amiguete, entonces puede que ni siquiera lleguemos
a recuperar los diez mil millones que el Banco de España aún calcula y confía en
reembolsar.
A día de hoy, apenas se han recuperado, trucos contables
incluidos, unos 4.400 millones de los más de sesenta mil que pusimos a escote
para pagar ese rescate que nunca pedimos y nunca hicimos, pero que hay que
pagar como si lo hubiéramos pedido y ejecutado.
El gobernador del Banco de España lo cuenta como si fuera
una desgracia cósmica, una accidente del destino, una catástrofe natural como
el huracán Irma; no el resultado culposo y doloso de decisiones políticas
tomadas por gobiernos e instituciones dirigidas por políticos con nombres y
apellidos, entre ellos el propio gobernador del Banco de España.
Como si fuéramos una máquina de tabaco, al parecer nuestros
derechos se limitan a pagar y dar las gracias. El Banco de España ni ha dado
una explicación, ni ha rendido cuentas por su supervisión en tan desastroso
resultado. El gobierno o el ministro De Guindos, que tanta prisa se dieron en
asegurarnos que nos nos iba a costar un euro, tampoco parecen muy dispuestos
ahora a informar con transparencia, o aclarar las numerosas dudas plateadas por
las cifras y el oscuro, atrabiliario e incompetente proceso de rescate bancario
a la española.
Vamos a perder como mínimo esos 40.000 millones porque el
gobierno de Rajoy dilató y retrasó frívolamente la gestión del rescate bancario
para minimizar el coste político y ajustar cuentas con Rodrigo Rato en Bankia.
Vamos a perder decenas de miles millones porque la lentitud en el rescate se
vio sustituida por una sospechosa y absurda prisa para hacerse la foto reprivatizando
las entidades saneadas, a precios de saldo y a cazadores de gangas sufragadas
con dinero público. Vamos a perder esos miles de millones porque, en lugar de
aplicar políticas de estímulo de la economía y la demanda para favorecer la
recuperación, nos forzaron al fetichismo del déficit y las políticas de
sufrimiento masivo.
Sólo en un país que funcione como una máquina de tabaco, su
gobierno y su banco central pueden anunciar la pérdida de varias decenas de
miles millones sin tener que dar ni una sola explicación, o incluso apuntándose
el tanto. El siguiente capítulo lo escribirá la privatización de Bankia. Luego
no digan que no estaban avisados cuando vengan a sacarles otra tanda de miles
de millones y además haya que darles las gracias.
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